10 razones por las que mi hice maestra
Quizás este sea el post más sencillo que he escrito, pues tengo más de 10 razones por las que me hice maestra. Quizá sea el post más significativo del blog, ya que la mayoría que me leen son maestr@s… pero todo esto son quizás, lo que es cierto es que soy maestra de profesión y corazón, y tengo 10 razones por las que me hice maestra.
La primera de ellas, sin duda, mi vocación. Cuántas veces habremos escuchado esta expresión, ¡soy maestra por vocación! En mi presente lo sé cierto, me gusta lo que hago, no me imagino siendo otra cosa, ni sueño con otro trabajo mejor. Si echo la vista hacia atrás, me recuerdo jugando con muñecas pero, no para vestirlas ni hacerles peinados, sino para hacerlas mis alumnas. Cuando no jugaba con muñecas y jugaba con amigas, simulábamos una escuela… así que todos mis recuerdos de infancia, incluidos los juegos de rol que recuerdo, van asociados a ser maestra.
La segunda de ella, la más aclamada de las razones. La expectativa de todo el mundo, la envia de la sociedad, lo que parece ser que nos lleva a escoger nuestra profesión… las vacaciones. Sí señores y señoras, tod@s piensan que soy maestra por las vacaciones. Esas vacaciones que para la sociedad son eternas (3 meses) y muy recurrentes (Navidad, Pascua..) y que además incluyen puentes y acueductos ¿eh? Pues sí, ¡soy maestra por las vacaciones! Por ese mes de vacaciones (sí, solo agosto) y esos días de Navidad y Pascua que los niñ@s necesitan para descansar. Porque ciudadan@s, las vacaciones de los niñ@s son necesarias, y las mías también. Las suyas son para descansar, disfrutar, estar en FAMILIA…. y las mías, para estar con los míos a tiempo completo, y seguir pensado que soy maestr@ por las vacaciones, benditas vacaciones que me hacen resetear, formarme, mejorar, investigar, crear… culpable aquel que está de vacaciones y sigue atent@ a las nuevas metodologías y pantallas de sus ordenadores para hacer los recursos más molones.
La tercera razón importantísima por la que me hice maestra es porque me gusta aprender. Los maestr@s y a maestr@s nos gusta aprender sobre todas las cosas. Muchos piensas que somos enciclopedias andantes, que lo debemos saber todo. Pero que nadie se engañe, un@ no es maestr@ por lo que sabe, si no por su capacidad de hacer llegar lo poco que conoce. Un maestr@ cumple con ese dicho que dice no te acostarás sin aprender algo nuevo. En la escuela, cada día es un reto y un aprendizaje.
La cuarta razón por la que me hice maestra es porque me gustan los niñ@s, obviamente. No porque me guste besarlos, abrazarlos, estrujarlos (que también), es porque me quedo fascinada con ell@s. Los veo como seres extraordinarios, pequeños seres mágicos que me atraen, me cautivan y hacen magia en mi corazón día tras día. Esos locos bajitos como Serrat cantaba, son verdaderos genios, mentes brillantes y corazones puros que enseñan más que aprenden.
La quinta razón, y no menos importante, es la ILUSIÓN. Sé que para ser maestra debes abrir la puerta de clase cada día cargada de ilusión. ¡Los maestros nos ilusionamos por todo! Por una flor con la mitad de pétalos que nos regala un alumn@, por un dibujo en el que salimos más bajitas y regordetas, por un «mami» de nuestr@s alumn@s, por un libro que compras y deseas contar, por…. voy a parar que me ilusiono demasiado.
La sexta razón, desde pequeña he soñado con cambiar el mundo, y ¿qué mejor profesión que la del maestr@? Tenemos en nuestras manos el futuro de la sociedad. Sé que sembrando sus corazones conseguiré buenas personas para el futuro, que enseñando valores contribuiré a una sociedad más justa, que transmitiendo ilusión no acabará la magia, que dándoles alas volarán alto…. Cuando aprendo enseñando me imagino que tengo delante de mí al futuro pediatra de mis niet@s, al cirujano que me operará la cadera, al ganador de una estrella michelín, ¡son el futuro, cuidadín!
Otra de las razones por las que me hice maestra, la séptima ya, es porque poseo un pensamiento divergente ¿y esto que es? pues que mi mente está continuamente generando ideas creativas. Donde unos ven una caja yo veo un televisor, donde otros veen retales inútiles yo veo cortinas y donde otros ven envases nosotr@s, los maestr@s, creamos un océano repleto de peces si hace falta.
La octava razón es que soy como un camaleón, me adapto a las situaciones que van surgiendo. Ratio de 25, programación por competencias, ABP, trabajo cooperativo… somos de todos los colores y para todos los gustos. Los maestr@s nos adaptamos a los niñ@s, no somos iguales para todo@s, ¡qué va!, cambiamos de color según lo necesita cada alumn@. Y esa es nuestra gran virtud, darle a cada un@ lo que necesita sin perder tu esencia.
La penúltima razón por la que me hice maestra es porque tengo un sexto sentido. Los profes, sin siquiera pruebas, sabemos que un niñ@ no se ha zampado un buen desayuno, que no ha dormido lo suficiente, que ha reñido con su mamá o papá antes de entrar al cole… sabemos incluso qué pasa por su mente sin preguntarles, y la mayoría de veces lo que piensa su corazón.
Y la última razón por la que me hice maestra, es porque todavía conservo la niña que algún día fui, la niña que siempre seré, y la niña que jugaba a ser maestra, la niña que tenía ansías por aprender, que se creía superheroína por querer cambiar el mundo, que vivía de la ilusión, que tenía un montón de ideas mágicamente locas, la que…. siempre supo que sería MAESTRA.
También podría escribir un lista de las cosas que menos me gustan de ser maestra, terminaría pronto, pero no encaja en este post. Así que solo os diré una: no me hice maestra para rellenar informes que no van a ninguna parte, planes que nunca se aplican… papeles, papeles y papeles. Me hice maestra para que mis alumn@s contasen más que lo que está escrito, para que mi programación sean mis alumnos, mi planificación sean sus emociones y mi reuniones sean…. para ayudar a cambiar el mundo.
A tod@s los maestr@s, hacéis un gran trabajo, que nadie critique vuestra vocación, vuestras vacaciones, vuestra ilusión, vuestra idea de cambiar el mundo.. y sobre todo que nadie critique al niño o la niña que lleváis dentro, él o ella son los que marcarán el rumbo de verdad.
¡Sois los mejores profes que vuestr@s alumn@s puedan tener!
Yoselin
2 Mar 2022Es un artículo muy inspirador y hermoso, me encantó. Gracias por compartir…
Soy estudiante de educación y estoy orgullosa de elegir esta carrera.