Kamishibai, seguro que a muchos de vosotros esta palabra os suena a chino ¿verdad? Aquí nos gusta hablar de las prácticas y materiales que aplicamos en clase y que entusiasman a nuestros alumnos y el Kamishibai es uno de ellos.

Veréis, el Kamishibai se utiliza para contar cuentos. En japonés significa «teatro de papel». Consiste en una especie de pequeño teatro hecho de madera con tres puertas. El cuento está compuesto por láminas que tienen la ilustración por una cara y el texto por la otra. La persona que cuenta el cuento sólo tiene que colocarse detrás del kamishibai y leer el texto que hay detrás de la lámina, una vez leído, desliza la lámina suavemente para hacer aparecer la siguiente.

En clase hemos descubierto que escuchar cuentos a través del Kamishibai nos parece mucho más interesante que el método tradicional. Pero también es cierto que, como nuestros alumnos ya saben leer y escribir, les apetece mucho más crear sus propios cuentos y narrarlos a sus compañeros.

Son los propios alumnos quien inventan sus historias, la redactan y les dan forma a partir de dibujos, para luego compartirlo con todos sus compañeros. Eso sí es aprendizaje SIGNIFICATIVO.

¿Cómo lo hemos trabajado?

Primero hicimos un debate sobre un tema, en este caso las emociones. Los alumnos expresaron sus opiniones, dudas, preocupaciones… Luego pensamos de qué podría tratar nuestra historia y qué personajes habría. Una vez tuvieron claro lo anterior, se distribuyeron en equipos y se pusieron manos a la obra.

Para ello diseñamos una plantilla para imprimir en A3 tipo lámina de Kamishibai, es decir, con pauta por una cara para escribir el texto y un marco por la otra, para los dibujos. Podéis descargarla pulsando sobre la imagen.

Una vez acabado el cuento. Los alumnos lo contaron al resto de sus compañeros. Os lo mostramos en el siguiente vídeo.